El usuario hace fotos de su desayuno con Instangram, empieza a contactar con sus amigos vía Path y busca restaurante para comer con Foursquare. Todas ellas son aplicaciones para el móvil y todas ellas carecerían de sentido si no estuviesen en el terminal inteligente del usuario. Empieza la era post-PC y la adición a las aplicaciones móviles.
El dato no es una reflexión, es la conclusión del estudio The app effect, que acaba de presentar Sogeti. En 2020, la mayoría de las personas serán adictas a las apps, concluye el estudio, lo que obligará a empresas y organizaciones a transformarse en social business.
Los autores del estudio concluyen que las barreras de la comunicación se están difuminando, gracias al uso de las redes sociales de forma intensiva que posibilitan las aplicaciones. La distancia entre las personas y las corporaciones se acorta y las empresas tienen que ser más rápidas a la hora de responder, más nítidos y transparentes y tienen que ser conscientes de la aparición de nuevas subculturas y contraculturas al calor de las redes sociales, que marcarán el ritmo de la sociedad y a la larga de su forma de negocio.
En 2015, se usarán en todo el mundo 44.000 millones de aplicaciones.
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