Pero además piden compensaciones económicas fijas por cada día que se alargue el proceso y denuncian que en muchas ocasiones la culpa de las demoras no la tiene la nueva compañía sino la antigua, que retrasa el momento de dar de baja al cliente.
De esta forma se fijaría un plazo máximo de dos días, uno destinado a que el operador antiguo curse la baja y el siguiente para que la compañía nueva pueda dar al usuario de alta en su servicio.
Estas exigencias han sido enviadas a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), que ha abierto un plazo de sugerencias para modificar la norma que regula las portabilidades.
Facua también pide que se compense económicamente a los usuarios que tras realizar una portabilidad no pueden recibir llamadas de determinadas compañías y en muchas ocasiones no se dan cuenta hasta pasado un tiempo.
Este problema ocurre porque “hay operadoras que no actualizan los datos de clientes que han sido objeto de portabilidades, con lo que enrutan las llamadas incorrectamente, como si siguieran perteneciendo a sus antiguas compañías”, según explican desde Facua.
Y vosotros, ¿habéis sufrido los pormenores de realizar una portabilidad?
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