En concreto son 900 millones de dólares que se habrían gastado en adquirir 6.000 patentes de la compañía canadiense Nortel, que fue una de las más importantes del sector de la telefonía aunque actualmente está en bancarrota.
Desde Google aseguran que este tipo de demandas “a menudo están basadas en patentes de programas de baja calidad que amenazan la innovación”. Además se quejan de que en ocasiones, los demandantes son “compañías que no están creando nada” y que tratan de “bloquear los productos de un competidor”.
Los responsables del buscador también lanzan un mensaje a las autoridades, y piden una modificación del modelo actual ya que “el sistema de protección de patentes debe recompensar a aquellos que crean las innovaciones más útiles para la sociedad” y no a los “litigios dudosos”.
Pero mientras llega esa reforma, Google considera que la mejor forma de “desincentivar” las demandas y “ayudar a nuestros socios y a la comunidad del código abierto” es disponer de un amplio portfolio de patentes porque lo que han decidido pujar por las patentes de Nortel.
Al parecer, la operación aún no está cerrada pero Nortel ha recibido de muy buen agrado la oferta de Google y en cuestión de días se podría culminar el acuerdo
vINQulos
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