Hasta ahora el truco más socorrido era bajar el brillo de la pantalla cuando iba quedando poca batería pero en Mountain View han sido más imaginativos y han dado con la respuesta definitiva, en lugar de pensando en el brillo acudiendo a otras variables.
El sistema establecería tres niveles de eficiencia energética vinculados a una progresiva reducción de características visuales en la pantalla.
En primer lugar se recortarían las funciones relacionadas con las animaciones, después se reduciría la resolución y por último algunos colores dejarían de mostrarse. El método está patentado y ahora falta comprobar cómo funciona y compararlo con el mencionado trucó de bajarle el brillo a la pantalla.
Por el momento en Google no han avanzado que tengan planes de incorporar lo a ningún dispositivo de próxima aparición.
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