En un momento en el que varios fabricantes todavía sufren las consecuencias de la tragedia en Japón, HP ha decidido hacer las maletas para mudarse de Shanghai a Tokio. La firma pretende fabricar en la capital nipona 1,4 millones de ordenadores de sobremesa y portátiles cada año.
La intención de este traslado sería acortar los plazos de producción para el país, que representa un 2,5% de las ventas de la compañía, y reducir los diez días actuales para entrega de producto a cinco. Según palabras de un analista japonés, “China se ha vuelto un lugar menos atractivo como sede para la fabricación. Los costes de personal están creciendo a un 20% anual”.
Aún así, los costes de recursos humanos en Japón son cuatro veces superior, pero HP parece dispuesta a asumir la cifra para incrementar la eficacia y rapidez en la cadena de producción. La compañía planea contratar a un 50% más de trabajadores en Akishima, alcanzando así los 450 trabajadores.
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