La compañía taiwanesa HTC tiene ventaja en la batalla legal que le enfrenta a la empresa alemana IPCom relacionada, como no podía ser de otra forma, con supuestas infracciones de patentes.
IPCom ganó una demanda en 2009 relacionada con la tecnología UMTS. La compañía consideró que podría prohibir la venta de smartphones de la marca taiwanesa en Alemania. HTC consideró que el caso planteado no era válido e ignoró la petición.
IPCom trató de retomar el litigio amenazando con demandas judiciales a más de 100 minoristas que continuaban haciendo oídos sordos y seguían vendiendo dispositivos.
Pero el caso ha dado un giro de 180 grados y se ha vuelto en contra de IPCom. Un juzgado alemán ha autorizado a HTC por orden judicial a obligar a la compañía germana que pare de enviar comunicados a los distribuidores.
HTC puede respirar tranquila. Podría haberse enfrentado a una multa de hasta 250.000 euros por cada teléfono vendido dentro de los términos originales de la orden judicial inicial, informa el medio taiwanés Cens.
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