Microsoft ha decidido que a partir del próximo 13 de abril los usuarios de dispositivos gobernados por Windows que vivan fuera de Estados Unidos sufrirán un incremento en lo que deben pagar cada vez que adquieran una aplicación, o cuando realizan lo que se conoce como una compra in-app.
La medida ha sido adoptada por la empresa para hacer frente a los distintos tipos de cambio, impuestos y otros factores que influyen de forma distinta en cada país y pueden encarecer los costes de venta de esas aplicaciones, exponen en Microsoft-News.
Los precios en dólares no sufrirán modificaciones por lo que los usuarios de Estados Unidos no tendrán que enfrentarse a cambios en los precios.
Los incrementos del coste de las apps variarán en función del país del que se trate, aunque en los casos más extremos la subida podría incluso superar el 20% del precio actual.
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