Según se extrae del informe elaborado por el centro de crímenes informáticos del FBI, durante el año pasado recibieron 269.422 quejas por ataques informáticos en Estados Unidos, y en total se produjeron unas pérdidas financieras superiores a los 8.000 millones de dólares.
El estudio del FBI expone que cada mes reciben cerca de 22.000 quejas, y asegura que los ataques cada vez son más globales y sofisticados, ya que utilizan técnicas avanzadas y sobrepasan los límites legales.
Por otra parte, de todos los incidentes registrados 123.684 implicaron pérdidas financieras, con una media de 2.791 dólares de coste por cada ataque.
Además, el informe ha desvelado que los ataques de phishing crecieron y llegaron a suponer unas pérdidas de 226 millones de dólares.
En ese sentido, los cibercriminales mostraron una evolución de esas acciones y apostaron por aprovecharse de las cuentas de correo personales de los usuarios, enviando solicitudes fraudulentas de pago a sus contactos.
En lo que respecta a las redes sociales, se han convertido en un medio al alza para los atacantes, que aumentaron en un 12 por ciento sus acciones dirigidas a esos servicios.
Otro apartado destacado por el FBI son los ataques que implican el robo de monedas virtuales como Bitcoin, litecoin y peercoin.
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