En 2015 la demanda de programas maliciosos nuevos se ha saturado.
Los cibercriminales se han dado cuenta de que pueden obtener resultados igualmente buenos utilizando programas de publicidad intrusiva o firmas digitales legítimas en sus ataques.
Así, este año se ha detectado más adware -en apariencia inofensivo pero intrusivo- que ha estado muy presente entre las detecciones totales antivirus.
Este año el número de archivos de malware de reciente creación detectados a diario se ha reducido en 15.000 archivos, pasando de 325.000 en 2014 a 310.000, de acuerdo con Kaspersky Lab.
Los ciberdelincuentes buscan un rápido retorno y las herramientas de codificación complejas como rootkits, bootkits o virus que se replican dan resultados pero a un coste muy elevado, reduciendo sus márgenes globales e ingresos.
“El mercado del malware comercial se ha asentado y está evolucionando hacia la simplificación. Creo que ya no vamos a ver más “código para el código”. Esta tendencia también se observa entre los operadores de los ataques dirigidos”, ha afirmado Vyacheslav Zakorzhevsky, jefe de equipo antimalware de Kaspersky Lab.
Además, los ciberdelincuentes e incluso los actores de amenazas patrocinados por estados han hecho un mayor uso de los certificados legales para productos digitales para engañar al software de seguridad.
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