Una “vigilancia” confirmada por prisioneros políticos liberados que indicaron que las autoridades tenían al detalle sus llamadas telefónicas y mensajes de texto SMS. El supuesto espionaje en llamadas móviles se uniría a un sistema de filtrado denominado Webwasher, que monitorizaría la navegación por Internet.
Nokia Siemens Networks (NSN), negó que proporcionara filtrado en Internet aunque admitió que vendió a las autoridades iraníes sistemas de vigilancia para las llamadas de voz. “En la mayoría de países de todo el mundo, incluidos los estados miembros de la UE y los Estados Unidos, están en vigor leyes que obliga a contar con sistemas de interceptación en las redes de telecomunicaciones, y este es el caso de Irán”, explicaron.
Nokia se defiende y se pregunta si los ciudadanos iraníes estarían mejor sin acceso a las telecomunicaciones, “incluso a sabiendas que las redes pueden ser controladas como se hace en todo el mundo”. Peliagudo asunto que cuesta a Nokia muy mala publicidad en el momento político que vive Irán.
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