Pese a las escasas noticias acontecidas últimamente respecto a la trama de espionaje de Deutsche Telekom el asunto está lejos de darse por zanjado. La fiscalía de Bonn ha decidido intensificar su vigilancia contra los antiguos directivos de la compañía, pasando directamente a ordenar el registro de sus domicilios particulares.
Así, la policía alemana ha acudido a algunas de las propiedades inmobiliarias de Kai-Uwe Ricke, antiguo presidente del consejo de administración y Klaus Zumwinkel, ex-presidente del consejo de vigilancia.
En la operación han colaborado además las autoridades italianas y suizas, dado que Zumwinkel posee un castillo en el Lago de Garda y Ricke tiene una casa en Suiza, según informa Efe.
Según ha confirmado Fred Apostel, fiscal encargado del caso, el material requisado no ha sido analizado todavía.
La polémica sobre el espionaje interno en la operadora saltaba a la actualidad TIC hace diez meses. Tras la publicación del diario Der Spiegel la fiscalía de Bonn abría una investigación contra la compañía por las supuestas escuchas telefónicas a directivos a periodistas entre 2005 y 2006. En mayo del año pasado se efectuaba el registro de las instalaciones centrales de la teleco.
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