Windows 8 llegará definitivamente al mercado el 26 de octubre. Es un lanzamiento esperado, que ha generado además muchas expectativas. En vista de alcanzarlas, los de Redmond han anunciado una serie de incentivos para desarrolladores, que tienen como objeto dinamizar una de las características que determinarán gran parte del éxito del SO; su oferta de apps.
Microsoft ofrecerá unas condiciones más ventajosas a los desarrolladores que trabajen para su ecosistema. Son dos medidas que tienen como objetivo intensificar el desarrollo de aplicaciones para esta plataforma.
Para empezar, las aplicaciones partirán de un precio de 1,49 dólares. En comparación, los desarrolladores de Google y Apple venden sus apps a partir de 0,99 dólares.
¿Es el encarecimiento realmente una ventaja competitiva? El golpe de efecto real tiene que ver con la flexibilidad en el uso; los desarrolladores podrán dejar a los usuarios que prueben las aplicaciones durante una semana antes de hacer el pago por la misma –algo que no permiten sus competidores-.
La otra medida tiene que ver con las retribuciones. Microsoft se hará con el 30% de los beneficios de las aplicaciones, un estándar en la industria. Una vez que la aplicación haya generado 25.000 dólares, los de Redmond ingresarán el 20% de los beneficios, como recoge Business Insider.
Es esta una medida especialmente atractiva para grandes firmas desarrolladoras, para las que superar el umbral de los 25.000 dólares no es una ardua labor.
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