La gallina de los huevos de oro de Microsoft en cuanto a plataformas móviles no es, como cabría pensar, Windows Phone. La compañía de Redmond es propietaria de un conjunto de patentes utilizadas en Android que le estaría reportando pingües beneficios.
Después de comprobar cómo sus ingresos se multiplicaban gracias a la recaudación de los teléfonos de HTC, Microsoft ha decidido exigir los mismos royalties a los teléfonos Android fabricados por Samsung.
El porcentaje concreto que los fabricantes deben pagar a Microsoft por utilizar Android no se conoce, pero ya se sabe que la cantidad que la compañía exigirá a Samsung, uno de los principales fabricantes del sistema operativo móvil de Google, oscilará entre los diez y los quince dólares por dispositivo. Curiosamente, la cantidad final dependerá de la voluntad de Samsung para apostar por la integración de Windows Phone entre sus terminales.
De llegar a buen puerto, las exigencias de Microsoft podrían contribuir a inflar considerablemente sus balances, teniendo en cuenta que Samsung vendió más de diez millones de smartphones Galaxy S en sus siete primeros meses en el mercado.
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