Por fin alguien que tunea el coche para hacer algo útil, en vez de por razones completamente absurdas y estúpidas estéticas o de potencia. Brett Singleton, un estudiante del colegio de tecnología de Utah está convirtiendo un Ford de 1932 en un coche híbrido, es decir, uno que utiliza combustible tradicional pero que también genera y almacena electricidad para reducir el consumo. Incluso el amigo Singleton le ha dado una vuelta de tuerca al concepto y su motor, al contrario que la mayoría de los híbridos tradicionales, va a funcionar más con electricidad que con gasolina. Está trabajando en el proyecto con unos colegas entre fiesta pijama y fiesta pijama, y planea vender el sistema como un “kit” que permita a otras personas hacer lo mismo con su coche (no sé si tendrá que ser otro Ford del 32 o podrá valer mi Renault 12 color natillas revenidas).
Utah Student Building Hybrid ‘32 Ford [Treehugger]
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