Samsung anunció ayer la adquisición de la compañía israelí TransChip, especializada en el desarrollo de chips que no son de memoria, especialmente lo dedicados al mercado de los sensores de imagen. Aunque no se ha hecho oficial el precio final, el diario local Korea Economic Daily, citado por Financial Times, estima que será cercano a los 70 millones de dólares.
Es la primera vez que el gigante coreano, el mayor fabricante mundial de chips de memoria, compra una compañía fuera de sus fronteras desde hace diez años, con la adquisición de la división de sistemas de hardware de 3DO. La fallida compra de AST en 1994 parece haber dinamitado la confianza de la compañía en este tipo de acciones.
Sin embargo, ahora se ve en la necesidad de diversificar. Los precios de los chips de memoria DRAM han alcanzado mínimos históricos, lo que ha supuesto una caída en el margen de beneficio de sus semiconductores. Además de mantener sus líneas habituales de chips de memoria, teléfonos móviles, LCDs y televisiones digitales, la compañía se centrará en el mercado de las impresoras y el System-LSI.
La compra de TransChip, que cuenta cerca de 60 investigadores, está destinada a fortalecer su presencia en el negocio de los chips que no son de memoria, hasta el momento uno de los frentes en los que la compañía ha mostrado una gran debilidad.
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