Barry Cheetham quiere reunir a cantantes tanto profesionales como amateurs. Pero el mayor reto será de índole tecnológico: para transmitir la música sin interrupciones se necesita una conexión de banda ancha super rápida. “Si hay demasiado retraso en la comunicación, se perderá la experiencia interactiva del tiempo real que se necesita para cantar en un coro. Las voces que viajen por la red tendrán que ser procesadas y digitalizadas rápidamente para conseguir un sonido de calidad. Se necesitará también unir las voces para que no se perciba que los cantantes están físicamente separados”.
Además, según Cheetham, existe una importante barrera sicológica. Por ejemplo, para el director, que tendrá que hacer su trabajo con gente situada a kilómetros de distancia. También para los cantantes, que tendrán que afinar sus voces con otras digitalizadas.
Por el momento, Cheetham ha colgado una presentación preciosa en Flickr.
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