Sharp y Pixtronix, unidad de Qualcomm, trabajan en la próxima generación de pantallas que consumen menos energía y soportan mayores temperaturas que las pantallas LCD.
Las compañías aseguran que se trata de un necesario paso que va más allá de la tecnología LCD, a la que ven muchos límites. Han anunciado que su producción en masa comenzará a partir de 2017 en su fábrica de Tottori, en Japón.
Sharp espera que la apuesta por esta tecnología subsane sus cuentas. Tras el batacazo de 2013, cuando la compañía presentó unas pérdidas de 545,5 billones de yen (o 5.340 millones de dólares) Sharp necesita un impulso en su negocio.
Los primeros pasos de esta regeneración se están notando. La nipona ha anunciado que desarrollará smartphones de bajo coste y se ha convertido en socio estratégico de la imparable Xiaomi y fabrica las pantallas de sus dispositivos.
En el último trimestre reportado, la balanza ha sido positiva, aunque los beneficios netos han sido prácticamente de cero.
Como informa Reuters, las pantallas MEMS-IGZO, usan tecnología innovador que ofrecen mayor iluminación sin que se requiera el uso de filtros de color, como ocurre con las pantallas LCD. Sharp anticipa que las nuevas pantallas se usarán en la industria automovilística además de la de smartphones y tablets.
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