Sony empezará a realizar recortes drásticos en su plantilla y a cerrar algunas de sus fábricas de producción.
La compañía ha anunciado el despido de 8.000 empleados y el cierre de un 10 por ciento de sus 57 fábricas de productos electrónicos.
Debido al resentimiento económico causado por el impacto financiero de la crisis a nivel mundial y al fortalecimiento del yen, la compañía se ha visto en la necesidad de aumentar su margen de beneficio para su próximo trimestre.
Con estas medidas la japonesa se ha propuesto ahorrar más de 1.000 millones de dólares (778,5 millones de euros) por año, aunque su objetivo final es conseguir un ahorro de más de 100.000 millones de yenes (843 millones de euros) para el final de su próximo año fiscal que terminará el 31 de marzo de 2010.
Como ya pronosticó Sony el pasado mes de octubre, sus previsiones de beneficios se había reducido a más de la mitad, por lo que fuentes de la compañía confirman que “Sony pretende ajustar el precio de su productos para mitigar el impacto del fortalecimiento del yen y reducir parte de sus planes de inversión retirando las empresas no rentables o no básicas”, como recoge The Wall Street Journal.
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