Sobre los caídos desde la cima de la excitación de valoración exagerada, el software social se lleva la palma. Ya se ha descubierto que no es la panacea y que sacar réditos requiere esfuerzo. Sobre el
microblogging, la consultora concluye: ya se ha integrado con los demás canales de comunicación. Y ya se sabe, una vez que los zapatos nuevos dejan de hacer daño… menos nuevos parecen.
Estos dos productos se encuentran ya, por tanto, en la fase de desilusión, cuando la mala prensa emerge y los fracasos afluyen (que Twitter haya tenido un ataque de negación de servicio no sería un problema propio, pero que no consiga hacer un centavo sí lo es), al tiempo que se quedan con únicamente un 5% de los potenciales usuarios que lo usan plenamente (y Twitter vuelve a ser el mejor ejemplo…).
Aunque no todo iban a ser fracasos: “Mirando el beneficio real, más que las expectativas exageradas,
vemos un número de tecnologías potencialmente transformadoras que pueden sacudir el terreno de juego en menos de cinco años”, asegura Fenn, “incluyendo la web 2.0, el cloud computing, la televisión en internet, los mundos virtuales y la arquitectura orientada a servicios (la SOA)”. Uno de los inflados del momento permanecerá en el top de buenos productos, por tanto, un tiempo.
Entre los que menos suenan, pero que están también ahí, se encuentran algunos de los
productos que Fenn destaca al largo plazo (“sobre un horizonte de cinco años”). Para el futuro, y según la analista de Gartner, mejor apostar al RFID (las etiquetas que convertirán a los productos en inteligentes y sobre las que Europa ya postula leyes), la impresión 3D, las arquitecturas por contexto, los robots móviles y la human augmentation (la tecnología usada para mejorar el cuerpo humano, que ya era un previsible top en 2007, como se puede leer tirando de hemeroteca).
Mejor marcar posiciones y subirse a la ola…