La comunicación cuántica (Quantum Key Distribution) añade una capa inexugnable de seguridad y permite a los usuarios de información confidencial transmitirla de manera segura mediante canales de comunicación que no sean de confianza, como es el caso de Internet.
Para ello distribuye a los usuarios una clave secreta que emplean para cifrar y descifrar la información que intercambian a través de ese canal. En este caso la seguridad de la clave está relacionada con los sistemas cuánticos individuales (los fotones o partículas luminosas), de manera que si son interceptados por alguien autorizado se protege la comunicación, puesto que la intromisión es automáticamente detectada y comunicada.
En este caso la seguridad adicional la proporciona las propias leyes de la física y no tanto del avance en materia Cristo gráfica, puesto que cualquier alteración en los fotones codificados para la generación de claves por quien desee descifrarlos es inmediatamente detectada.
Toshiba está instalando en este momento su propia red cuántica de fibra óptica basada en esta tecnología, lo que facilita el envío seguro de información. Aunque los sistemas comerciales de redes QKD por el momento se encuentran limitados a distancias de entre 100 y 200 km. Los avances de Toshiba están dirigidos a lograr que esa distancia pueda alcanzar los 600 km.
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