Este es el tipo de noticias que me alegran y me dan grima a partes iguales. Como cuando tengo la excusa de nombrar a Leticia Sabater en un artículo. Unos investigadores europeos han creado unas cucarachas robóticas que tienen la capacidad de influenciar sociedades de cucarachas en todo el mundo. La robocucaracha es diminuta, más pequeña que una caja de cerillas, y aunque no van tan rápido ni es tan fea como ese insecto asqueroso (la cucuracha, digo, no Leticia Sabater) sí pueden atraerlas utilizando feromonas y una simulación de movimiento fruto de años de investigación y complejos análisis matemáticos del comportamiento en grupo de este tipo de bichos, como se puede ver en este vídeo narrado por un extra que hacía de soldado nazi en Los 12 del patíbulo. El «insbot», o insecto robótico, ha logrado hacer cosas como que las cucarachas se acerquen hacia un luz brillante cuando en realidad no pueden soportarla. Pues a ver si comercializan el invento ya, porque francamente, a ver si consiguen echar a ese bicho horrible del planeta. Y a las cucarachas, también.
Robo-roach could betray real cockroaches [NewScientistTech vía The Red Ferret Journal]
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