Mark Papermaster fue vicepresidente de tecnología de procesadores en IBM. Era, hasta que Steve Jobs con una llamadita y un contrato, dicen de lo más jugoso y que Papermaster calificó “como la oportunidad de su vida”, lo encaramó a la vicepresidencia de la división de iPod.
IBM esgrimió una cláusula en su contrato que le prohíbe trabajar en una empresa competidora durante un año tras su salida de IBM. El juzgado, cautelarmente, da la razón a IBM hasta que no se dicte un veredicto definitivo.
Papermaster se ha defendido esgrimiendo que su trabajo en Apple es completamente diferente al que realizaba en IBM y que fue contratado “por su capacidad de gestión y no por sus conocimientos tecnológicos”.
IBM respondió que los “dispositivos electrónicos grandes y pequeños son alimentados por el mismo tipo de inteligencia, el microprocesador”. La compañía teme que uno de los gurús de procesadores en IBM, trabaje en el desarrollo de un micro propietario de Apple que motorizaría los iPhones futuros.
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