Hasta 60 millones de acciones recibió Zuckerberg, y dosificando sabiamente su venta la cosa da para generar una importante fortuna. A pesar de que su salario base es de un dólar anual, recibió una compensación de $653.165 lo que tampoco está nada mal aunque queda muy por debajo de los casi dos millones de dólares recibidos por ese mismo concepto en 2012, una cantidad que casi en su totalidad va dirigida a sufragar los gastos de sus desplazamientos en jet privado (se aducen motivos de seguridad).
Pero disponiendo aún a su nombre de más de 425 millones de acciones de Facebook, su fortuna se estima en casi 26.000 millones de dólares, gracias a que la red social ha duplicado su valor durante el pasado año gracias a la importancia que ha cobrado la publicidad en dispositivos móviles.
Al sacar al mercado esas acciones y convertirlas en líquido Zuckerberg consigue por un lado diversas exenciones fiscales, al mismo tiempo que hace frente a sus obligaciones tributarias mientras que consigue consolidar su fortuna siguiendo a buen seguro estrategias similares a las que recientemente te explicábamos aquí en The Inquirer que permitían que, por ejemplo, Bill Gates fuese rico sin depender de Microsoft.
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