El plugin, que entre otras cosas se utiliza para la inmensa mayoría de sitios de vídeo online – como YouTube -, no dispone de ningún mecanismo de protección, lo que ha hecho que este tipo de contenidos sean descargables en intercambiables libremente, algo que no parece gustar a Adobe. Ahora la empresa seguirá los pasos de Microsoft o Apple e impondrá una plataforma DRM en su nuevo reproductor que protegerá los derechos de autor de los vídeos.
La nueva plataforma, que aparecerá a finales de mes, permitirá descargar contenidos Flash en el escritorio para poder disfrutar de ellos, pero también vuelve a encender el debate por la validez de esa ‘infección DRM’ de la que tanto nos quejamos los usuarios y que ahora llegará a una tecnología extendida de forma masiva en Internet.
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