Ya sabéis que la normativa australiana de regulación de edades en el sector mantiene la “MA15+” como la máxima que se puede otorgar a un videojuego. Así que, cuando el censor australiano observa demasiado líquido rojo (parece sangre, pero no, no lo es) corriendo por la pantalla, o cuando un poderoso Predator desmiembra una extremidad de un inconsciente monigote (que parece humano pero tampoco lo es) que osa ponerse en su camino, le provoca un escandalizante ataque de moralina y se niega a calificar al juego.
La consecuencia es que al no estar clasificado, el juego no puede ser comercializado en el país. Por aquí seguimos preguntándonos ¿por qué no cuentan con una calificación superior exclusivamente para adultos?
Como hablar con la pared. No se conoce si Sega recurrirá la decisión. Es igual, la consecuencia como en el penúltimo caso de censura que afectó al Left 4 Dead 2 (juegazo dicho sea de paso) de Valve, es que el morbo de la censura alimentará la descarga de la versión pirata llegando a grupos de edades (sin la preparación debida) a los que ciertamente no deberían ir destinados.
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La compañía ha dado a conocer los resultados del primer trimestre de su ejercicio 2024.