Los últimos pasos en materia de venta de publicidad dados por Apple están convirtiendo a Cupertino en un un chico malo y dan las primeras pistas sobre jugadores y campos de batalla de la nueva guerra en el sector de las nuevas tecnologías.
El primer contendiente es, obviamente, Google. La compañía tiene en la publicidad uno de sus principales nichos de negocio y de beneficios y las restrictivas nuevas normas para anunciarse en el iPhone no le gustan mucho.
“Este cambio no está hecho por el bien de los usuarios y de los desarrolladores”, ha señalado Omar Hamoui, fundador de AdMob y recién comprado por Google, en su blog. Como recuerda Reuters, la nueva normativa publicitaria impide a algunas agencias de publicidad recopilar datos sobre los usuarios de iPhone y, según Hamoui, crea barreras “artificiales” en publicidad móvil.
La medida tampoco le gusta a los reguladores antimonopolio estadounidenses, que según Financial Times podrían estar a punto de iniciar investigaciones sobre la presencia de Apple en la venta de publicidad móvil.
Según dos fuentes cercanas al organismo, Estados Unidos ya habría hecho pesquisas previas.
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