La invasión de Rusia a Ucrania está teniendo repercusiones en diferentes ámbitos. A medida que la situación se recrudece, también lo hacen las previsiones de los analistas sobre el futuro del continente europeo y el mundo.
La consultora IDC ha realizado un estudio sobre el impacto en el mercado de las tecnologías de la información y las comunicaciones y concluye que el actual escenario geopolítico “afectará sin duda a la demanda global de TIC en los próximos meses y años”.
Su última encuesta a CIOs resuelve que “más de la mitad de los encuestados están reevaluando sus planes de gasto en tecnología para 2022” y que “el 10 % espera duros ajustes en sus planes de inversión en TIC”, tal y como determina Andrea Siviero, directora de investigación asociada en IDC.
Las áreas de influencia son muchas. Por ejemplo, se espera una fluctuación en el gasto tecnológico porque las operaciones comerciales en Ucrania se han paralizado y las sanciones comienzan a golpear a la economía rusa. Concretamente, IDC espera una contracción de dos dígitos de la demanda en este mercado para todo el año.
Mientras, el gasto en tecnología de los países de Europa occidental podría aumentar por el incremento de las asignaciones en defensa y seguridad.
También se observan fluctuaciones en tipo de cambio. El rublo ruso se desploma, lo que encarece las importaciones de equipos y servicios de TI. Además, muchas empresas dejarán de enviar pedidos a Rusia y es previsible que los propios fabricantes de ordenadores, servidores y equipos de comunicaciones en Rusia no sean capaces de operar.
La disponibilidad de crédito está en cuestión, por lo que la mayoría de las organizaciones se verán obligadas a suspender sus inversiones en nuevas tecnologías. IDC calcula una fuerte caída y lenta recuperación del gasto TIC.
A nivel de la cadena de suministro, se frenarán tanto los envíos de productos terminados como de componentes tecnológicos a Rusia. Pero, al mismo tiempo, la compra de materiales procedentes tanto de Rusia como Ucrania también se verán afectada, particularmente en el sector de los semiconductores y el suministro de gas neón, paladio y C4F6 necesarios para la fabricación de chips.
En resumen, IDC espera que el conflicto afecte aún más a la cadena de suministro, con un más que previsible incremento de los costes. Asimismo, habrá repercusiones en los precios de la energía.
Otra consecuencia tiene que ver directamente con la disponibilidad de trabajadores. Más de un centenar de compañías cuentan con subsidiarias en Ucrania y muchas más tienen operaciones en Rusia, pero la invasión ha provocado el desplazamiento de miles de desarrolladores ucranianos y provocado la reubicación de servicios, también en Rusia.
La invasión aumenta la volatilidad del mercado y afecta al comercio, las cadenas de suministro, los flujos de capital y los precios. También incrementa el riesgo de ataques cibernéticos, paraliza los entornos de startups y obliga a la creación de nuevas alianzas comerciales.
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