¿Cuándo tendremos libre elección del router en España?

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Italia ha anunciado recientemente que los consumidores podrán elegir libremente el enrutador que deseen utilizar para acceder a sus conexiones de banda ancha. Se suma con esta medida a la libertad de elección del router que ya existe en Alemania y en otros países del mundo… aunque no en España.

En nuestro país, el proveedor de servicios de Internet (ISP) instala en el domicilio del cliente el router que ofrece en cada momento. Es cierto que, una vez instalado, el usuario puede perfectamente desconectar el router que le han instalado y cambiarlo por un enrutador propio. Sin embargo, los ISP no ofrecen excesivas facilidades para configurar los equipos de otros fabricantes, especialmente en el caso de los enrutadores de fibra óptica, que suelen incluir un firmware bloqueado. Otra posibilidad es añadir un segundo router en modo puente o cascada, lo cual complica innecesariamente la red.

Se trata de una política que no beneficia a los usuarios ni a los proveedores de servicios de Internet.

Desventajas para los usuarios

Desde la perspectiva del usuario, el enrutador que le entrega su ISP no siempre es el equipo más moderno y avanzado del mercado. A menudo se trata de routers básicos que no incorporan las últimas novedades tecnológicas, como WiFi Mesh o un puerto USB para compartir almacenamiento. Desde luego, las prestaciones de estos equipos de bajo coste no son en absoluto comparables a las de los routers de última generación, como el FRITZ!Box 7590 que pudimos analizar recientemente.

Si el cliente decide cambiar de ISP, debe devolver el router, instalar el nuevo dispositivo que le facilite el operador y volver a configurar toda su red y equipos, lo cual es problemático sobre todo en el caso de las empresas. Además, los routers entregados no se renuevan a menos que se averíen, lo cual condena a los usuarios a la obsolescencia progresiva y les impide acceder a servicios de nueva generación, como las plataformas de vídeo en streaming o las plataformas de juego online. Peor aún, un router anticuado les expone a ataques como el que dejó sin Internet a 900.000 usuarios alemanes.

Desventajas para los ISP

Desde el punto de vista del proveedor de servicios de Internet, no permitir la libertad de elección del router también tiene efectos perjudiciales. Aparte de asumir el coste de estos equipos (en lugar de distribuir varios modelos y obtener un margen de ganancias con su venta), los routers entregados no siempre satisfacen las necesidades de los usuarios en cuanto al alcance o las prestaciones. Y en una época en que la tendencia es la liberalización total del mercado de las telecomunicaciones, limitar las opciones de los usuarios puede suponer una desventaja a la hora de atraer y fidelizar a los clientes.

Sin embargo, es en el ámbito del servicio técnico donde los ISP más están perdiendo debido a la falta de libertad de elección del router. Tal y como señala Ralf Muntean, Country Manager en España de AVM, fabricante alemán líder europeo en dispositivos de red domésticos con sus routers FRITZ!Box y miembro del consorcio VTKE, que en 2016 promovió la libre elección de router en Alemania:

“Los ISP que imponen un enrutador a sus clientes deben atender las consultas de asistencia técnica relativas a la instalación, configuración y mantenimiento del equipo. Esto supone una sobrecarga para sus centros de atención al cliente. En cambio, si es el cliente quien elige su router, esta tarea la realiza el fabricante del equipo. Para hacerse una idea, cada semana en AVM recibimos más de 25.000 consultas de clientes relacionadas con nuestros routers. Esto requiere más de 300 empleados dedicados a atención al cliente; un coste y esfuerzo que deberían asumir los fabricantes, no los ISP”.

En definitiva, limitar la libre elección del router es un mal negocio tanto para los usuarios como para los ISP. Aparte de eso, la libertad de elección del hardware ha demostrado históricamente (desde los ordenadores personales a los smartphones) ser la mejor forma de fomentar la innovación y acelerar el desarrollo del mercado. En este sentido, sería deseable que España siguiera próximamente los pasos de Italia y Alemania, promulgando medidas que permitan elegir el router que cada uno quiera.