El caso de los iPhones explosivos amenaza con pasar de lo anecdótico para convertirse en un auténtico problema para Apple. La Comisión Europea ha solicitado información a la compañía estadounidense para tomar las medidas necesarias que protejan a los usuarios.
La comisaria a cargo de los temas vinculados al consumo, Meglena Kuneva, aseguró que “poco importará la importancia de la compañía afectada y su reputación” a la hora de decidir los pasos a seguir.
Kuneva recordó que se han registrado problemas con los iPhones en Francia, Gran Bretaña y Alemania. “Estamos analizando la situación. Si uno de estos países declara que estos productos son peligrosos, pediré su retirada de la venta”, resaltó.
Bruselas, por lo tanto, se encuentra a la espera de la respuesta de Cupertino para sacar conclusiones. Kuneva explicó que no se tomará ninguna decisión a la ligera ya que primero se debe estar “100% seguros de que el producto es peligroso”.
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