El CEO de AT&T, Randall Stephenson no cree que los reguladores estadounidenses vayan a dar luz verde a la operación de fusión entre Sprint y T-Mobile.
“El problema que veo es la forma en que el Gobierno denegó nuestro acuerdo”, ha dicho en un evento en Washington, como recoge Re/Code. El ejecutivo ha recordado la forma en que la Administración estadounidense tiró por tierra la propuesta de compra de AT&T por T-Mobile hace ya tres años.
La operación, que ascendía a 39.000 millones de dólares, fue bloqueada por problemas con la competencia. Además, AT&T tuvo que pagar 4.000 millones de dólares a T-Mobile en concepto de indemnizaciones por incumplimiento de contrato.
Aquel movimiento contó con la confrontación de muchas partes. La principal fue Sprint -que ahora quiere adquirir T-Mobile-, al considerar que la fusión iba a afectar a la competencia. Fiscales generales de algunos estados también se opusieron a la operación al considerar que la absorción del cuarto operador a nivel nacional iba a aumentar más la distancia entre los dos líderes de la industria teleco estadounidense (AT&T y Verizon) y el tercer operador, Sprint.
Para el CEO de AT&T, la compra de T-Mobile por parte de Sprint convierte a la industria Teleco estadounidense en una arena de tres competidores en lugar de cuatro.
Foto: Flickr
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