La empresa BitDefender ha informado de que está circulando un correo electrónico que llega sin solicitud previa de los usuarios y que está disfrazada de extensión para el navegador de Google, cuando en realidad lo que hace que se instale el malware.
La extensión maliciosa tiene el mismo aspecto que la versión auténtica, excepto por algunos detalles como el nombre de la extensión de estos ficheros, que en el caso del componente malware es un .exe, mientras que la verdadera es un fichero del tipo .crx. Es uno de los primeros ejemplos de que los hackers están ahora dirigiendo sus pasos al navegador de Google, que parecia menos jugoso a nivel económico que otros como Internet Explorer e incluso Firefox.
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