Compromiso como perspectiva

Las relaciones trasatlánticas se estrechan cada día con objetivos tan determinantes como acabar con el hambre del planeta mediante el empleo de herramientas TI.

Latinoamérica y Europa van a estrechar su distancia transatlántica a golpe de informática. La formación de una infraestructura que tiene como objeto la optimización de la investigación y educación, asignaturas tan pendientes de desarrollo en el subcontinente americano, va a hacer realidad la creación de un nuevo paradigma donde la Sociedad de la Información compruebe su cometido original.

Consecuentemente, la disminución de la brecha digital existente entre los países del primer y tercer mundo, y del segundo también, impulsará los sectores científico y tecnológico de ambas partes para, en definitiva, facilitar el empleo de las TI como método para acabar con la miseria. La perspectiva parece determinante.

Lo que no deja lugar a dudas es que el desarrollo mundial pasa por el crecimiento e innovación tanto en el campo económico y educativo, como en el de la salud y telecomunicaciones. Tanto es así que las previsiones más optimistas señalan poder reducir los índices de hambre en el año 2015 a la mitad de lo que se experimentó hace quince años a nivel global.

La inclusión de una red que posibilite el acceso directo e inmediato entre investigadores europeos y americanos, con sus centros académicos relacionados, estimula no sólo la contribución científica sino que abre una dinámica de expansión en la que todos estamos incluidos. De hecho, la unión entre América y Europa puede definir el comienzo de una nueva relación en la que los demás países y continentes podrán, y deberían, ocupar su lugar.

Acabar con la pobreza del planeta es uno de los retos más loables hoy en día aunque, desgraciadamente, no es el único. Razones como compromiso, solidaridad y entendimiento también forman parte de nuestro futuro.