La nube es la opción idónea para aquellas empresas que buscan racionalizar sus infraestructuras tecnológicas y reducir costes en TI. Es este, además de la flexibilidad, el principal motivo de su gran adopción.
No obstante sigue habiendo una asignatura pendiente: la seguridad. Un estudio elaborado por Kroll Ontrack pone de manifiesto que sólo el 33% de las organizaciones asegura comprobar de forma regular sus planes de recuperación de datos.
Esto es, dos tercios de las empresas encuestadas admite descuidar los protocolos para proteger los datos.
Es un porcentaje elevado, teniendo en cuenta sobre todo que prácticamente la mitad de los entrevistados ha admitido que ha sufrido algún tipo de pérdida de datos durante los 12 meses anteriores al estudio, aunque no necesariamente desde la nube (en el 55% de los casos la información estaba en un soporte tradicional y en el 26% en un entorno virtual).
“La pérdida de datos puede ocurrir en cualquier entorno”, alerta Nicholas Green, director de Kroll Ontrack Iberia, “hacerse las preguntas adecuadas antes de adoptar un nuevo método de almacenamiento” es la clave para minimizar el riesgo, señala el ejecutivo a través de un comunicado.
Estas preguntas a las que se refiere Green tienen que ver con la capacidad de dar una respuesta a un posible ataque, la posibilidad de identificar a proveedores de nube y recuperación de datos, entre otras.
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