Qlik lo tiene claro. El futuro de las soluciones de análisis de grandes cantidades de datos pasa por confiar más en los individuos, y más concretamente en los usuarios de negocio, entregándoles herramientas que les permitan hacer sus propios descubrimientos.
“Cuando nos propusimos desarrollar Qlik Sense“, continúa Björk, “nos imaginamos un mundo en el que cada trabajador podría crear rápidamente, y desde cualquier dispositivo, análisis visuales para explorar teorías, probar hipótesis o descubrir nuevas tendencias que pudiesen cambiar la evolución de su negocio”.
Y eso es básicamente el mundo que teje a su alrededor esta herramienta de análisis. Para ello indexa los datos utilizando el motor de Qlik, echa mano de herramientas como Smart Search para buscar palabras o Smart Visualizations para cruzar información, está preparada para soportar dispositivos táctiles e incluso admite la creación de apps con sólo arrastrar y soltar.
Una de sus características más relevantes es que ahonda en el Business Intelligence de autoservicio pero de forma menos encorsetada, dando a cada persona “la capacidad total de crear, personalizar o ampliar las visualizaciones”, en palabras de sus responsables. Y lo haría en cualquier momento y, sobre todo, sin imponer un camino preestablecido en el uso.
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