La toxina, que procede de la bacteria Clostridium botulinun, tiene una capacidad letal tan elevada que una inyección conteniendo una dosmilmillonésima parte de un gramo o la inhalación de una milmillonésima parte de un gramo podría matar a un adulto. Una cucharada vertida en el suministro de agua de una ciudad podría ser catastrófica.
Esta toxina bloquea los procesos químicos que permiten que funcione el sistema nervioso, causando el botulismo y provocando la muerte por parálisis. David Reldman, científico a cargo del equipo que ha descubierto esta sustancia, la define como un “claro y potencial riesgo para el ser humano”.
Hasta el momento se conocen siete tipos de toxinas potencialmente peligrosas de la toxina botulínica pero este octavo tipo, denominado H, podría ser el más mortal de todos y además convertirse en la sustancia más mortal conocida por el hombre debido a la ínfima cantidad necesaria para provocar la muerte. De ahí las precauciones a la hora de no revelar la secuencia genética de la misma hasta que no se haya logrado sintetizar una antitoxina capaz de contrarrestar sus efectos en prevención de posibles ataques terroristas como el consiguió provocar la secta Aum en Tokio con gas sarín.
vINQulo
Las transacciones de pago instantáneo crecerán un 161% en el próximo lustro, superando los 58…
POWERBIM ha logrado destacarse a nivel mundial gracias a su enfoque tecnológico y su visión…
Este nuevo Software Hub de Renault nace con el objetivo de liderar la revolución del…
La compañía en la que se enmarca Google ha publicado los resultados financieros de su…
Alcanzó los 61.900 millones de dólares, de los que 35.100 millones corresponden a Microsoft Cloud.
La tecnológica española registró durante el año una mejoría del 23 % respecto al ejercicio…