La culpa la tienen los fabricantes, y no ATI. El chipset está bien, aunque éste podría muy bien ser el último de ATI basado en Intel. O al menos eso es lo que creen los fabricantes de placas madre en este momento.
ATI sigue tratando de convencer al mundo que ama a Intel incluso más que antes, pero los taiwaneses no acaban de creérselo. A ellos les gusta la estabilidad, y ATI e Intel no parecen un matrimonio que pueda durar mucho tiempo. Sin embargo, el nuevo pretendiente, AMD, resulta mucho más convincente.
ATI seguirá con el proyecto, pero nos preguntamos cuántas empresas acogerán finalmente el chipset RD600. Para averiguarlo, tendremos que estar al loro aún unas cuantas semanas más.
vINQulos
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