El gasto realizado en productos de infraestructura informática y almacenamiento para implementaciones en la nube se mantiene más alto que el del segmento no cloud.
IDC ha compartido su análisis para el tercer trimestre de 2023, cuando este gasto se incremento un 2,9 % interanual hasta los 25 400 millones de dólares. Aquí se incluyen tanto entornos de TI dedicados como compartidos. La parte de infraestructura pública aporta 18 500 millones y la privada, 6900 millones.
Mientras, el gasto correspondiente al segmento no cloud fue de 14 900 millones de dólares, un 8,2 % menos que en el mismo periodo del año pasado.
“El gasto en infraestructura en la nube continúa orientándose hacia configuraciones robustas destinadas a abordar cargas de trabajo más complejas y apoyar nuevas iniciativas de inteligencia artificial”, comenta Juan Pablo Seminara, director de investigación en la consultora que aporta estos números.
“Aunque se mantiene cierta cautela ante los retos económicos y sociopolíticos que se avecinan, la previsión de gasto para 2024 es muy positiva”, indica, “con un crecimiento centrado en la expectativa de que el gasto basado en cloud repunte a un ritmo de dos dígitos a lo largo del año”.
Con los datos definitivos todavía por determinar, IDC prevé que en 2023 el gasto en infraestructura de nube mejoró un 9,7 %, situándose en 100 600 millones de dólares.
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