Ya a principios de 2011, las placas base aumentaron sus precios entre un 5% y un 10%, en reflejo del encarecimiento de materiales y la escasez de mano de obra. En abril del año pasado, y como consecuencia del terremoto que golpeó Japón, esta subida no daba signos de parar.
Son dos factores pues, los que han influido (y seguirán influyendo) en la subida de precios. Según indica el medio Digitimes, el precio del cobre ha aumentado de 8.000 dólares (por tonelada) hasta los 8.600 dólares.
Por otro lado, y con respecto a los costes laborales en China, el salario mínimo en Pekín se elevó un 8,62% y Shanghai espera elevarlos en un 14,28%. Shenzhen por su parte subió los suyos un 13,63%, según esta misma fuente.
La confluencia de estos factores incidirá en el precio final de las placas base, aunque parece que no afectará a su comercialización. Asus y Gigabyte esperan que sus envíos durante el primer trimestre de 2012 aumenten entre un 10% y un 20%.
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