El ministro de comunicaciones británico propondrá hoy en el parlamento un conjunto de medidas dirigidas a crear más puestos de trabajo como parte del impulso de la banda ancha en el Reino Unido. Sin embargo, bajo ese bonito mensaje se oculta una realidad mucho menos agradable.
Lo que quiere proponer este señor es la creación de una agencia que haga de intermediaria entre los ISPs y las discográficas y productoras de cine. Si algún internauta comete delito (ahí ya entraría la definición de la ley inglesa), esa agencia informaría a las propietarias del copyright.
Esa actividad sería sufragada por los ISPs, que claro está, no la pagarían de su bolsillo: encima de chivarse de ti, te harían pagar 20 libras al año para poder pagar a los trabajadores de esa interesante agencia de espionaje y monitorización de la red. Por que no es más que eso. Esperemos que la medida no sea aprobada.
vINQulos
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