Si no conocéis a Daniel Kish o Ben Underwood, posiblemente no os suene mucho la ecolocalización humana, pero para quien la conozca, estos implantes tratan de ofrecerla como parte integral del propio cuerpo y sin años de entramiento gracias a la tecnología.
La ecolocalización es una técnica por el cual se puede saber la distancia de un objeto enviando un sonido que luego rebota. GEnte como Daniel o el fallecido Ben pueden hacerlo simplemente con su propia boca y oído, y aunque no es imposible ya que yo mismo utilizo esta técnica, llegar al nivel de poder incluso diferenciar objetos necesita mucho entrenamiento.
La idea de Rich Lee, un “grinder” diagnosticado con una enfermedad degenerativa por la que se quedará ciego, ha sido implantarse el imán para luego hacer que vibre con una bobina colocada alrededor de su cuello. La intensidad de la señal vendría a través de un sensor de ultrasonidos que permitiría saber la distancia a los objetos.
La razón de implantar el imán en lugar de apoyarlo sobre la piel es que al estar dentro del cuerpo la sensibilidad es mucho mayor. De hecho este tipo de implantes suelen hacerse en los dedos y les da una especie de sexto sentido para captar campos magnéticos. Veremos si finalmente el sistema funciona tal como él espera.
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