Estados Unidos y China están librando una guerra cibernética cuyas consecuencias podrían ser nefastas para el país americano si los hackers del gigante asiático logran acceder a sus sistemas.
Así lo ha expresado Michael Rogers, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que ha desvelado que países como China podrían invadir y posiblemente cerrar los sistemas informáticos de Estados Unidos que permiten que las centrales de energía funcionen.
Además, sus ataques también podrían afectar a los sistemas de navegación aérea y a las compañías financieras, teniendo unas consecuencias económicas muy elevadas para el país americano, recogen en Reuters.
Según ha explicado Rogers ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, tienen constancia de que algunos cibercriminales han llegado a penetrar en los sistemas del país y han llevado a cabo misiones de reconocimiento para indagar sobre cómo funcionan sus redes informáticas.
El ejecutivo ha comentado que esas capacidades de acceso podrían ser empleadas por naciones como China, así como grupos o individuos especializados que cuenten con el suficiente conocimiento e infraestructura para perpetrar esos ataques.
Por su parte, un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino ha recordado que su gobierno prohíbe el cyberhacking, y ha asegurado que “a menudo China es el que es víctima de esos ataques, que tienen su origen en Estados Unidos”.
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