El plan del gobierno es desplegar una red de centrales nucleares con capacidad de entre 250 a 500 megavatios en Estados Unidos pero también en otros países. En 2015 empezará la construcción de uno de estos reactores en un país que no cuente en la actualidad con ningún otro.
Los responsables del proyecto aseguran que todo va a hacerse siguiendo las máximas medidas de seguridad y la construcción de las plantas proporcionará a estos países una fuente de energía limpia y segura.
Se cree que la demanda de energía global crecerá un 50 por ciento en 2030 y que el 70 por ciento de esa demanda provendrá de los países en vía de desarrollo. “Van a sacar energía de donde puedan –comentó Daniel Ingersoll, del GNEP-, por eso pensamos que la energía nuclear es mejor opción que la que proviene del petróleo ya que las renovables no son suficientes”.
Los países que construyan los reactores tendrán que prometer que sólo utilizarán esta energía para fines civiles y no para enriquecimiento de uranio o cualquier otra actividad que conduzca a la fabricación de armas nucleares.
vINQulos
NewScientist
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