La paciente fue tratada en el hospital Metodista de San Antonio por el doctor Nathan Hales, que llevó a cabo la cirujia con la ayuda de un robot bautizado como Da Vinci.
Según se ha informado, la técnica empleada por el doctor se basó en introducir un pequeño robot en la boca de la paciente que se controlaba de forma remota mediante un avanzado ordenador.
Una de las ventajas de ese procedimiento es que en lugar de necesitar un período de entre 7 y 10 días de recuperación en el hospital, está previsto que abandone el centro médico en tan sólo tres días.
Además, el día posterior a la operación la paciente ya era capaz de comer y beber de forma prácticamente normal cuando se suele tardar una semana en poder hacer esas acciones.
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