Facebook es totalmente gratis, y para ello se nutren de la publicidad, lo que hace que su política de privacidad sea más soterradamente díscola que la mujer de Antonio Recio con un par de copas de más, intentando siempre sacar cuantos más datos del usuario mejor.
Contrariamente Whatsapp es de pago, bueno, la aplicación cuesta 0,89 euros o es gratis el primer año, dependiendo del sistema operativo, pero al no tener publicidad no existe ese ansia viva de saber cuanto más mejor de los usuarios.
De hecho los creadores de Whatsapp son bastante contrarios a la publicidad e incluso, a la idea de empresas que al poco tiempo de crearse se vendan a una grande por cantidades inusitadas de dinero.
Pero a pesar de todo esto, para Facebook la adquisición de Whatsapp sería clave para su futuro, que empieza a ver como la publicidad no les está saliendo tan rentable como esperaban y como se encuentran en saturación en muchos países, buscando su expansión a mercados emergentes donde Whatsapp cada vez triunfa más.
¿Qué podía ocurrir si al final se hace efectiva la compra? ¿Perdería Whatsapp la independencia que tanto gusta a la gente? ¿Lo seguirías usando sabiendo que Facebook está detrás “vigilándote”? [Techcrunch]
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