La acusación contra Corea del Norte se ha oficializado por parte del FBI tras una investigación en colaboración con otras agencias gubernamentales estadounidenses de seguridad en relación con los cyberataques sufridos en las últimas semanas por los servidores de Sony Pictures.
Se ha concluido que el gobierno norcoreano es responsable por diversas razones tales como la detección de malware usado en este ataque que revela vínculos con otras amenazas informáticas de cuyo origen en Corea del Norte ya tiene constancia el FBI, lo que incluye líneas de código idénticas y uso de las mismas redes para su distribución, con identificación de direcciones IP ya comprobado que están relacionadas con el régimen de Pyongyang. Algunos de estos indicios datan del ataque también procedente de este país asiático detectado en el pasado mes de mayo
No se ha divulgado por parte del FBI todos los medios empleados para llegar a estas conclusiones debido a la necesidad de proteger a algunas de las fuentes que han permitido llegar a las mismas.
Posteriormente a que se hiciese pública esta acusación formal por parte del FBI el propio presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha condenado los cyberataques a Sony, empresa a la que ha apoyado para que no ceda ante el chantaje de los cyberterroristas que amenazan con atentar contra los cines donde estrenen la película, afirmando que no consentiría estas maniobras para censurar una película.
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