El proceso seguido para crear estos mininos “glow-in-the-dark” que tienen ahora un año de edad fue conseguir células de la piel de Mamá Gata, exponerlas a un virus que alteraba un gen de fluorescencia de la proteína y luego volver a trasplantarlas al útero materno.
Los investigadores aseguran que usando la misma tecnología pueden ser capaces de clonar animales en peligro de extinción como tigres, leopardos, y gatos monteses. Aún así seguimos sin entender porqué eligieron precisamente ese gen de fluorescencia. ¿Será que el investigador siente nostalgia por el Gusiluz con el que dormía de niño? Nunca los sabremos pero no puedo evitar que este experimento me recuerde demasiado a ese chiste tonto sobre ladillas y luciérnagas. — Eduardo Lozano. [InventorSpot]
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