Hasta ahora, el navegador Safari de Apple figuraba como el más sencillo de hackear, seguido de Firefox e Internet Explorer, pero ahora desciende una posición.
Los responsables del exploit “Zero-Day” que logró derribar a Chrome son un grupo de hackers franceses conocido como Vupen que llevaban trabajando desde el pasado mayo en la vulnerabilidad.
Los expertos franceses apenas necesitaron cinco minutos para ponerlo en práctica, lo que afecta a la reputación segura que tiene el programa de Google.
Los hackers utilizaron una versión del sistema operativo Windows y pudieron esquivar sin problemas la tecnología de prevención de ejecución de datos (DEP), así como la que se encarga de aleatorizar las direcciones de memoria (ASLR).
Una vez hecho esto, emplearon otra técnica especial para acabar con la protección de seguridad Sandbox presente en Chrome.
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