El cambio que viene de anunciar Google para su ecosistema Chrome no debería sorprender a nadie, ya que fue anunciado hace un tiempo.
Esto implicará, por cierto, una revisión plena de lo que ya se había instalado en el navegador de Google en el pasado. Y es que las extensiones “podrían ser desactivadas automáticamente”, según ha explicado la compañía de Mountain View, “y no serán restablecidas o reinstaladas hasta que se alojen en la Chrome Web Store”.
Como bien sabéis, Google ha alegado motivos de seguridad para implementar este cambio, ya que reducir la descarga a las extensiones que provienen de la tienda oficial y que han sido revisadas por expertos permitirá reducir la cantidad de código malicioso con posibilidades de colarse en los ordenadores de los usuarios para hacer de las suyas.
La nueva política de Google para extensiones locales no afectará, sin embargo, a las instalaciones a través de la política de empresa ni al modo desarrollador.
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