La patente en cuestión que ha permitido la total prohibición y retirada del Wildfire S, Desire S y Rhyme, junto con el pago de daños, tiene que ver con tecnologías de ahorro de consumo energético, algo que no es en sí esencial para estos smartphones, pero que al juez le ha parecido bastante para retirarlos.
Algo quizás demasiado exagerado, aunque si bien es cierto estos modelos no son una parte muy activa del catálogo de HTC en estos momentos, por lo que afecta mínimamente a la empresa, que ahora mismo no es que lo esté pasando muy bien.
El tema de los daños si es algo que deba preocuparles, sobre todo porque este precedente en los tribunales alemanes abre la veda para que luego vayan a los británicos y estadounidenses, creando un efecto dominó que incluso podría extenderse luego a terminales más recientes si Nokia consigue que se tengan en cuenta otras patentes.
Recordemos que Nokia ha demandado a HTC por más patentes, y hace un par de semanas ganó HTC en el caso de dos sobre servicios en redes de telecomunicaciones. Total, que esto puede convertirse en otra telenovela legal.
Vamos, otro día oscuro para la innovación y la tecnología en el mundo de los smartphones, en los que los clientes serán como siempre los más afectados.
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