Instala los drivers antes que los hardwares

Conecta cámaras, teléfonos o USB a tu PC sin miedo a que vayan a parar al limbo de los dispositivos desconocidos

Cuando conectamos un nuevo dispositivo en nuestro PC, Windows inicia automáticamente su asistente de Agregar nuevo Hardware, además de pedirnos que indiquemos la ubicación de los drivers para el dispositivo.

Cuando dicho asistente se ejecuta, disponemos de tres opciones: localizar el disco o la ubicación de descarga del driver y dejar que el asistente continúa la instalación del mismo y habilite el dispositivo; dejar que el asistente trate de encontrar por sí mismo el nuevo driver; o cancelar la instalación.

Si el asistente localiza el driver y se instala, habremos tenido suerte. Por el contrario, si no lo encuentra, deshabilitará el dispositivo, marcándolo como Dispositivo desconocido en el Administrador de dispositivos de Windows. Esta situación es bastante común para muchos dispositivos USB.

Para evitarlo, es posible ir un paso atrás y cancelar el asistente, evitando así que termine marcando el dispositivo como desconocido, una condición de la que sólo se puede salir tras un farragoso proceso: desconectar el dispositivo; abrir el Administrador de dispositivos; hacer clic con el botón derecho en la etiqueta Dispositivo desconocido y escoger la opción Desinstalar. Sólo en ese momento podremos volver a intentarlo.

Por todo ello, lo mejor es instalar previamente los drivers y conectar el dispositivo después. En este sentido, en ocasiones es posible encontrar alternativas aceptables o drivers genéricos en los listados de dispositivos de Windows, si bien es cierto que pueden perderse algunas características.

No obstante, cuando estemos seguros de que necesitamos un driver actualizado para un dispositivo de hardware, lo mejor es visitar las páginas web de los fabricantes, ya que pueden no haberlo incluido en el servicio Windows Update. La razón es sencilla: la probabilidad de conseguir el mejor driver, el último y el más estable siempre será mayor.